FONDOS DE LA CULTURA PARA EL DESARROLLO. Extractos de F.Jaramillov sobre ecomomía de la cultura y reflexiones de aporte a la LEY ORGANICA DE CULTURA DEL ECUADORResponsabilidades compartidas del Estado y la Empresa Privada dentro de puntualizaciones necesarias a contemplarse en la LEY DE CULTURA DEL ECUADOR. Las instancias también deben promover la circulación de bienes culturales, la capacidad de acción de los creadores y las garantías tributarias para el efectivo uso de una Ley de Mecenazgo. |
BONOS PARA LA CIRCULACION CULTURAL
Es urgente impulsar hoy una LEY DE MECENAZGO propuesta y aprobada incluyendo los factores que determinan claramente el tipo de exenciones tributarias e incentivos a las empresas auspiciantes, sponsors, benefactores, donantes, soportes, inversionistas, empresarios, fundaciones, corporaciones artísticas, etc.
Los aportes de la ley de mecenazgo en un sistema de reglas claras entre varios campos de apertura a posibilidades, procrean subsidios a públicos tanto en el sector académico de las artes, así como en el ámbito de los espectáculos que es donde el sector académico ya preparado se realiza profesionalmente. Deberá garantizarse la creación y sostenibilidad de BONOS PARA LA CULTURA, la correcta inversión de impuestos recaudados sin decretar el alza de impuestos, la correcta y oportuna inversión en talento humano, la circulación de bienes y servicios profesionales catalogados con meritocracia inclusiva, la protección del ejercicio profesional de los músicos titulados reconocidos o no por el SENESCYT, ya que los papeleos burocráticos en algunos casos pueden demorar décadas; mientras tanto, un Certificado de gestión por referencias interinstitucionales entre el SENESCYT y las academias extranjeras esclarecerán rápidamente las dotes del profesional y de la institución que genera el diploma de Tercero y Cuarto Nivel, aunque no conste aún en la lista de Universidades de Excelencia - para caso de refrendación automática. Caso distinto de becas, pero también manejable para posibilitar créditos estudiantiles de haber sido aceptado el aplicante a una Universidad o Academia, College, etc.
Retomando la propuesta de BONOS PARA LA CULTURA. entiéndase que es un plan en fases, una ayuda económica semestral y trimestral destinadas al consumo cultural, o dígase mensual para la facilidad de la asistencia a eventos artísticos, y otra vez a abaratar los costos mensuales de la formación artística académica especializada que promueve la inclusión de la niñez y de los jóvenes en programas afines. Los bonos permiten al consumidor de la cultura la adquisición de libros, insumos, instrumentos musicales, la asistencia regular a conciertos y recitales, etc. aminorando la carga económica de las familias, lo cual directamente beneficia al presupuesto de circulación de capitales.
Ante las políticas de bonos debe procurarse la coherencia de otras partes, como la eliminación de impuestos a bienes culturales y lo más urgente que es la de eliminar estos bienes de la lista de suntuosos que pagan hoy infames salvaguardias por su importación. El sector empresarial y el educativo musical se ha visto afectado por estas salvaguardias; las mismas que "se justifican" cuando a la música la desestimamos dentro del plan de la educación y de la cultura; pero, parte de la defensa a la música como medio de expresión es acertar en que sus herramientas no sean consideradas como bienes suntuarios, sino herramientas para el ejercicio de la cultura y para lo cognitivo.
Retomando la propuesta de BONOS PARA LA CULTURA. entiéndase que es un plan en fases, una ayuda económica semestral y trimestral destinadas al consumo cultural, o dígase mensual para la facilidad de la asistencia a eventos artísticos, y otra vez a abaratar los costos mensuales de la formación artística académica especializada que promueve la inclusión de la niñez y de los jóvenes en programas afines. Los bonos permiten al consumidor de la cultura la adquisición de libros, insumos, instrumentos musicales, la asistencia regular a conciertos y recitales, etc. aminorando la carga económica de las familias, lo cual directamente beneficia al presupuesto de circulación de capitales.
Ante las políticas de bonos debe procurarse la coherencia de otras partes, como la eliminación de impuestos a bienes culturales y lo más urgente que es la de eliminar estos bienes de la lista de suntuosos que pagan hoy infames salvaguardias por su importación. El sector empresarial y el educativo musical se ha visto afectado por estas salvaguardias; las mismas que "se justifican" cuando a la música la desestimamos dentro del plan de la educación y de la cultura; pero, parte de la defensa a la música como medio de expresión es acertar en que sus herramientas no sean consideradas como bienes suntuarios, sino herramientas para el ejercicio de la cultura y para lo cognitivo.
REFORMAS A FONDOS DE LA CULTURA Y NECESIDADES ACTUALES
"PREVIO A LA LEY DE CULTURA. Reflexione el lector la importancia de contar con FONDOS DE CULTURA, crearlos al amparo de una política cultural con presupuestos de ley y los estímulos propicios para incrementar la capacidad de gestión y de autogestión. *Nota del editor: la LEY ORGANICA DE CULTURA DEL ECUADOR ya está publicada en el Registro Oficial después de su segundo debate en la Asamblea Nacional / el editor deja intacto el texto original del presente estudio aunque su autoría corresponda a fechas anteriores a la publicación y aprobación de ésta Ley. Estudio revisado a fecha: febrero 15 del 2017.
El Fondo Nacional de Cultura del Ecuador actualmente presente, fue pensado hace tiempo, cuando los fondos para la cultura - se creía - debían ser garantizados por instituciones públicas como gestoras de los proyectos; es decir, está pensado para el sector público.
Al Gestor Cultural independiente (si fuese atinado llamarle "independiente") no puede limitársele la capacidad de producción de arte mediante garantías prendarias o hipotecarias; cosa normal en un banco privado que ofrece préstamos de otra índole. Por otro lado, los préstamos no-reembolsables (que en parte los había en el FONDO NACIONAL DE CULTURA / CONSEJO NACIONAL DE CULTURA) son importantes para destinarlos a proyectos de acción cultural, al intercambio de bienes culturales, a la manutención del creador que se desenvuelve en parámetros económicos menos seguros que los de los empleados públicos, del productor, del artista, de la mente y mentores.
Mediante un Registro Unico de Gestores Culturales es posible organizar el destino de los fondos o el BONO DE LA CULTURA para Trabajadores de la Cultura y sus familias. En suma se trata de construir dignidad en el campo de acción de los Trabajadores de la Cultura y de los Artistas Eméritos.
Sería inconcebible que el creador de una sinfonía nacional que invierte su tiempo y talento en la construcción de un patrimonio intangible, tenga que abandonarse en un rincón de su casa mientras el solista extranjero es contratado a una velada cuyas butacas cuestan sobre los 100 dólares: aunque se presente en la ciudad para los más pudientes, se ausentan públicos escolares, jóvenes universitarios, otros profesionales, músicos infantojuveniles y artistas varios. El desarrollo de un joven músico depende de las influencias que experimenta. De allí que la gratuidad es importante para promoverlo. En un futuro, los gastos de inversión en la gestión cultural se apoyarán probablemente en gran medida por las virtudes de una Ley de Mecenazgo con la posibilidad de que los sponsors, auspiciantes y patrocinadores deduzcan su inversión en cultura, en la declaración de impuestos.
El Fondo Nacional de Cultura del Ecuador actualmente presente, fue pensado hace tiempo, cuando los fondos para la cultura - se creía - debían ser garantizados por instituciones públicas como gestoras de los proyectos; es decir, está pensado para el sector público.
Al Gestor Cultural independiente (si fuese atinado llamarle "independiente") no puede limitársele la capacidad de producción de arte mediante garantías prendarias o hipotecarias; cosa normal en un banco privado que ofrece préstamos de otra índole. Por otro lado, los préstamos no-reembolsables (que en parte los había en el FONDO NACIONAL DE CULTURA / CONSEJO NACIONAL DE CULTURA) son importantes para destinarlos a proyectos de acción cultural, al intercambio de bienes culturales, a la manutención del creador que se desenvuelve en parámetros económicos menos seguros que los de los empleados públicos, del productor, del artista, de la mente y mentores.
Mediante un Registro Unico de Gestores Culturales es posible organizar el destino de los fondos o el BONO DE LA CULTURA para Trabajadores de la Cultura y sus familias. En suma se trata de construir dignidad en el campo de acción de los Trabajadores de la Cultura y de los Artistas Eméritos.
Sería inconcebible que el creador de una sinfonía nacional que invierte su tiempo y talento en la construcción de un patrimonio intangible, tenga que abandonarse en un rincón de su casa mientras el solista extranjero es contratado a una velada cuyas butacas cuestan sobre los 100 dólares: aunque se presente en la ciudad para los más pudientes, se ausentan públicos escolares, jóvenes universitarios, otros profesionales, músicos infantojuveniles y artistas varios. El desarrollo de un joven músico depende de las influencias que experimenta. De allí que la gratuidad es importante para promoverlo. En un futuro, los gastos de inversión en la gestión cultural se apoyarán probablemente en gran medida por las virtudes de una Ley de Mecenazgo con la posibilidad de que los sponsors, auspiciantes y patrocinadores deduzcan su inversión en cultura, en la declaración de impuestos.
ESTRATEGIAS Y LO EMPRESARIAL
La economía de la cultura es subvalorada en nuestro medio. Necesita ilustrarse como el ejemplo siguiente:
"Habiendo una máscara de oxigeno colocada directo sobre los asientos de los padres de familia, hogares que en medio de un inminente desastre aéreo puedan utilizarla para reconfortar su organismo con tal de proceder de inmediato a salvar a los menores, el bebé de brazos puede salvarse. Es decir, las personas responsables, los gestores culturales, las instituciones autónomas, los creadores esperan una oxigenación que permita atender a la comunidad en sus necesidades culturales y de intercambio". El consenso gubernamental tiene que ver con la oxigenación de actores culturales frente al costo de vida cuando presenta a disposición las facilidades para incrementar el valor económico de intercambio de bienes culturales y circulación. Más allá de los fondos concursables existen herramientas calificadas que procuran la manutención de creaciones artísticas con préstamos no reembolsables, donaciones, auspicios etc.; se olvida sinembargo, que: detrás de cada creación hay un ser con necesidades de subsistencia. Debería esperarse que el creador es atendido en sus más básicas necesidades y en la adquisición misma de sus herramientas de toda índole para la circulación de arte, y no solamente en el reconocimiento de un "costo simbólico aproximado" de su obra o proyecto.
"Habiendo una máscara de oxigeno colocada directo sobre los asientos de los padres de familia, hogares que en medio de un inminente desastre aéreo puedan utilizarla para reconfortar su organismo con tal de proceder de inmediato a salvar a los menores, el bebé de brazos puede salvarse. Es decir, las personas responsables, los gestores culturales, las instituciones autónomas, los creadores esperan una oxigenación que permita atender a la comunidad en sus necesidades culturales y de intercambio". El consenso gubernamental tiene que ver con la oxigenación de actores culturales frente al costo de vida cuando presenta a disposición las facilidades para incrementar el valor económico de intercambio de bienes culturales y circulación. Más allá de los fondos concursables existen herramientas calificadas que procuran la manutención de creaciones artísticas con préstamos no reembolsables, donaciones, auspicios etc.; se olvida sinembargo, que: detrás de cada creación hay un ser con necesidades de subsistencia. Debería esperarse que el creador es atendido en sus más básicas necesidades y en la adquisición misma de sus herramientas de toda índole para la circulación de arte, y no solamente en el reconocimiento de un "costo simbólico aproximado" de su obra o proyecto.
Una manera de quitar oxígeno a la cultura, por ejemplo, es promover el alza de los productos culturales junto con el criterio desmedido de que la cultura es un extra, sino un desechable que en cualquier momento puede reponerse. La verdad es que la cultura es de todo el tiempo como ejercicio de ciudadanía para todo hombre y mujer. El Estado mediante leyes constitucionales específicas para el arte y para la cultura está llamado a garantizar los emprendimientos culturales que en el intercambio materialista se encuentran en desventaja frente a lo imperioso de los productos de primera necesidad y otros menesteres.
PUNTUALIZACION CONSTITUCIONAL
La discusión hacia una LEY ORGANICA DE CULTURA exige la mínima ambiguedad: debemos dejar lo menos a la interpretación posible que se le de a futuro.
Por otro lado, la organización a nivel de información y censos para facilitar la democratización de bienes culturales conlleva a la necesidad de perfeccionar constantemente al sistema nacional de cultura, puesto que el sistema como tal ante las estructuras que plantea tiende a recaer en el dictado de formas y públicos y en el dictado de estéticas y pedagogías que sólo serían ayudadas a través del filtro oficial. Es la naturaleza del Establecimiento lo que opera para fines diversos, fines tanto capitalistas o socialistas, neoliberales o progresistas, empresariales o particulares.
El progresismo plantea una inspección al establecimiento, pero no lo oculta para mantener su condición de metáfora; lo disecciona para que la metáfora se produzca en el hacer artístico como necesidad humana: convicción como sentido estético para la vida y a manera de importante productor de procesos en la neurología del ser y de la organización social.
Los puntos en la íes faltantes en una LEY ORGANICA DE CULTURA hacen (o podrían hacer) tedioso el camino para la discusión de lo estratégico.
Sinembargo, el diario vivir conlleva a innumerables formas de operación en la circulación de los bienes culturales sea en la creación, mantenimiento o conseguimiento de múltiples infraestructuras económicas potenciadas en el ejercicio artístico cultural y educativo que están a nivel personal y en los planteles; tanto en las organizaciones, como en barrios, en ciudades y naciones; todas con una característica potenciable. El Establecimiento, no se basa en la libre creación de los actores - la obliga a supeditarse.
El carácter exclusivo de conciliación étnica que se le daba en un Primer Debate a la propuesta de la Ley Orgánica de Cultura del Ecuador basaba planes de posicionar leyes con un contenido neoantropológico, neonacionalista que exigía todavía una discusión amplia sobre un universo de lenguas y nacionalidades en un país multicultural. La defensa de los medios de productividad y los derechos económicos de los actores culturales, paradógicamente sólo aportarían al frente de las instituciones de un sistema nacional de cultura promotor de emprendimientos favorablemente neoantropológicos alejando de este mismo sistema a proyectos "no-politizados" y dejando en el abandono a creadores independientes que sin el Establecimiento ya idean formas y estéticas aportando políticamente y de manera contundente a la autoestima comunitaria, el sentimiento de pertenencia, de inclusión, de introspección o expresión positiva.
Tanto el sistema de redes, como el sistema de aleatorios se organizan con mayor autosuficiencia mientras desechan la codependencia de las reglas dictadas por el "stablishment" (establecimiento); es necesaria para el arte: la sanidad de los actores culturales para que la organización implique la aceptación de medios de evolución en contraposición a las establecidas formas de expresión. El arte contemporáneo en sus más grandes exponentes y obras, refleja lo entredicho, que se plantea a la recapacitación, a la búsqueda.
La gestión cultural si bien se ayuda de los aportes espontáneos, sociales y de la organización comunitaria, es parte de un pluriuniverso, dígase: como acto de ciudadanía como valorización del talento - indistintamente de las normas del Establecimiento. El stablishment o establecimiento solamente garantiza la "subsistencia" a lo prejuzgado, preconcebido con metas utilitarias, no útiles fuera de su contexto.
Innovación, autonomía, profesionalismo, derechos laborales, circulación, emprendimiento, sustento financiero y económico, implementación, intercambio y creatividad entre otros, son los ítems olvidados en la mayoría de países en desarrollo puesto que históricamente se ha relegado a las artes de su posición dando exclusividad a todo "lo de primera necesidad" y convirtiendo en prioritario todo lo concerniente a la apertura para inversionistas y consumidores de materia prima e inversionistas en empresas que "ofrecen" mano de obra barata. Se olvida que detrás de la gestión cultural hay un actor que deja de producir el máximo de su potencial frente a la falta de sustento cuando le toca cubrir sus necesidades básicas. Súmese en lo básico: educación para sus hijos, vestimenta, movilización, vivienda, las necesidades de un gestor que sin derechos ni estabilidad laboral crean otras calamidades como la postergación del mantenimiento de la salud, la postergación indefinida de planes de desarrollo personal, familiar y comunitario, la postergación de inversiones, etc.
Cada actualidad, cada tiempo, cada presente es un factor a tomar en cuenta para todo lo perfectible. Los sistemas de acción cultural son perfectibles. La Cultura es dinamia. El ser humano es perfectible, pero de antemano se debe tener presente que el artista a la par que realiza sus metas, aporta a la sociedad con su hacer y da impulso a las formas de expresión; aún cuando sea menester el rompimiento de paradigmas impuestos el artista ya ha prolongando su existencia en búsqueda de nuevos estímulos; así, la Cultura ha traspasado el tiempo desde el hacer con la huella digital del ser.
Por otro lado, la organización a nivel de información y censos para facilitar la democratización de bienes culturales conlleva a la necesidad de perfeccionar constantemente al sistema nacional de cultura, puesto que el sistema como tal ante las estructuras que plantea tiende a recaer en el dictado de formas y públicos y en el dictado de estéticas y pedagogías que sólo serían ayudadas a través del filtro oficial. Es la naturaleza del Establecimiento lo que opera para fines diversos, fines tanto capitalistas o socialistas, neoliberales o progresistas, empresariales o particulares.
El progresismo plantea una inspección al establecimiento, pero no lo oculta para mantener su condición de metáfora; lo disecciona para que la metáfora se produzca en el hacer artístico como necesidad humana: convicción como sentido estético para la vida y a manera de importante productor de procesos en la neurología del ser y de la organización social.
Los puntos en la íes faltantes en una LEY ORGANICA DE CULTURA hacen (o podrían hacer) tedioso el camino para la discusión de lo estratégico.
Sinembargo, el diario vivir conlleva a innumerables formas de operación en la circulación de los bienes culturales sea en la creación, mantenimiento o conseguimiento de múltiples infraestructuras económicas potenciadas en el ejercicio artístico cultural y educativo que están a nivel personal y en los planteles; tanto en las organizaciones, como en barrios, en ciudades y naciones; todas con una característica potenciable. El Establecimiento, no se basa en la libre creación de los actores - la obliga a supeditarse.
El carácter exclusivo de conciliación étnica que se le daba en un Primer Debate a la propuesta de la Ley Orgánica de Cultura del Ecuador basaba planes de posicionar leyes con un contenido neoantropológico, neonacionalista que exigía todavía una discusión amplia sobre un universo de lenguas y nacionalidades en un país multicultural. La defensa de los medios de productividad y los derechos económicos de los actores culturales, paradógicamente sólo aportarían al frente de las instituciones de un sistema nacional de cultura promotor de emprendimientos favorablemente neoantropológicos alejando de este mismo sistema a proyectos "no-politizados" y dejando en el abandono a creadores independientes que sin el Establecimiento ya idean formas y estéticas aportando políticamente y de manera contundente a la autoestima comunitaria, el sentimiento de pertenencia, de inclusión, de introspección o expresión positiva.
Tanto el sistema de redes, como el sistema de aleatorios se organizan con mayor autosuficiencia mientras desechan la codependencia de las reglas dictadas por el "stablishment" (establecimiento); es necesaria para el arte: la sanidad de los actores culturales para que la organización implique la aceptación de medios de evolución en contraposición a las establecidas formas de expresión. El arte contemporáneo en sus más grandes exponentes y obras, refleja lo entredicho, que se plantea a la recapacitación, a la búsqueda.
La gestión cultural si bien se ayuda de los aportes espontáneos, sociales y de la organización comunitaria, es parte de un pluriuniverso, dígase: como acto de ciudadanía como valorización del talento - indistintamente de las normas del Establecimiento. El stablishment o establecimiento solamente garantiza la "subsistencia" a lo prejuzgado, preconcebido con metas utilitarias, no útiles fuera de su contexto.
Innovación, autonomía, profesionalismo, derechos laborales, circulación, emprendimiento, sustento financiero y económico, implementación, intercambio y creatividad entre otros, son los ítems olvidados en la mayoría de países en desarrollo puesto que históricamente se ha relegado a las artes de su posición dando exclusividad a todo "lo de primera necesidad" y convirtiendo en prioritario todo lo concerniente a la apertura para inversionistas y consumidores de materia prima e inversionistas en empresas que "ofrecen" mano de obra barata. Se olvida que detrás de la gestión cultural hay un actor que deja de producir el máximo de su potencial frente a la falta de sustento cuando le toca cubrir sus necesidades básicas. Súmese en lo básico: educación para sus hijos, vestimenta, movilización, vivienda, las necesidades de un gestor que sin derechos ni estabilidad laboral crean otras calamidades como la postergación del mantenimiento de la salud, la postergación indefinida de planes de desarrollo personal, familiar y comunitario, la postergación de inversiones, etc.
Cada actualidad, cada tiempo, cada presente es un factor a tomar en cuenta para todo lo perfectible. Los sistemas de acción cultural son perfectibles. La Cultura es dinamia. El ser humano es perfectible, pero de antemano se debe tener presente que el artista a la par que realiza sus metas, aporta a la sociedad con su hacer y da impulso a las formas de expresión; aún cuando sea menester el rompimiento de paradigmas impuestos el artista ya ha prolongando su existencia en búsqueda de nuevos estímulos; así, la Cultura ha traspasado el tiempo desde el hacer con la huella digital del ser.